Memoria de la Transición democrática


Entrevistaré a Elías Calero Martín, hombre de 55 años, que tenía 14 cuando se produjo la Transición. Me contará su experiencia durante la Dictadura de Franco y el periodo de la Transición. Comencemos.

-Nicole: ¿Era fácil vivir durante la Dictadura de Franco?
-Elías: Para nosotros que estábamos estudiando, no había ningún problema, no nos movíamos en ningún gremio, ni en un sindicato, ni en una profesión liberal que estuviera restringida, por el periodismo. Mi familia, mis abuelos eran autónomos, mi madre trabajaba en la clínica, y yo estudiaba. No nos afectaba en gran cosa.

-Nicole: ¿Qué recuerda de los jóvenes en aquel entonces?
-Elías: A partir de los 17 - 18 años los jóvenes se iban al servicio militar. En esa época muchos amigos se fueron a lo que era la Marcha Verde, al Frente Polisario, al Sáhara, a hacer la mili... Vinieron trastornados la gran mayoría. También habían unos grupitos de gente que podrían ser los rebeldes. Se empezaba a ver el hachís, la hierba... todo procedente de África. Empezaban a haber unos grupúsculos de chicos hippies que se iban descolgando de la sociedad.

-Nicole: ¿Qué diferencias encuentra entre los jóvenes de aquella época respecto a los de ahora?
-Elías: Siempre ha habido un punto rebelde, pero allí eran contenidos, por lo menos en lo que yo viví en La Palma, no habían grupos que fueran a agitar las masas o a cambiar la sociedad. Hoy en día, hay muchos más medios de expresión, mucha libertad, todo el mundo puede opinar de lo que quiera y no pasa nada, en aquella época no se opinaba, aunque no tanto por miedo, sino por desconocimiento, porque no habían medios para hacerlo.

-Nicole: ¿Estaban los jóvenes interesados por la política durante el Franquismo?
-Elías: La verdad es que nunca los vi en algo político. Sí había un grupo de amigos que estaban en un grupo político que era la Falange, de hecho, en muchas actividades extraescolares los que llevaban el cotarro eran ellos, la Falange, los flechas, vestidos con su camiseta azul, pero yo no participé en nada de eso.

-Nicole: ¿Nos podría contar alguna historia de algún familiar?
-Elías: Mi abuelo político, se escapó de ser uno de los tantos desaparecidos de La Palma. Una noche lo cogieron gente del movimiento, lo metieron en un camión y en una de las paradas que hicieron por Bajamar, uno de los conductores del camión, le dijo a mi abuelo político: «Mauricio piérdete, bájate del camión y desaparece, no me preguntes porqué, ni nada», entonces desapareció. Él también luchó después en la batalla del Ebro, con la fila de Franco porque tenía que posicionarse, ya que sino te mataban. Y bueno, gracias a esa persona pudo sobrevivir, sino era uno de los desaparecidos. En Fuencaliente se sabe de tumbas, de fosas comunes con desaparecidos de la guerra.

-Nicole: ¿Qué se comentaba sobre la muerte de Franco?
-Elías: Todos sabíamos que Franco estaba enfermo, y que estaba a punto de fallecer. Intuíamos que se estaba tapando algo más, se rumoreaba que quizás ya estaba muerto, pero que no lo decían para que el Gobierno siguiese manteniendo el momento de transición.

-Nicole: ¿Qué nos puede comentar acerca de la economía durante la época de Franco?
-Elías: En La Palma se vivía bien porque es una isla rica en agricultura, verde, favorecida por el clima, casi todo el mundo tenía en sus casas gallinas, conejos, cabras.... y quién no tenía eso tenía tierras con huertas, y se intercambiaban productos. En los colegios nos daban la leche de San Polvo, un plan de alimentación a la hora del desayuno en el colegio, aunque durante un período corto. Yo no noté ninguna carestía. En comparación con Venezuela sí veía diferencias, ahí ya había grandes centros comerciales en los años 60-70, supermercados con productos de origen norteamericano, en cambio aquí eran tienditas. En comparación con la actualidad, hoy en día puedes llenar perfectamente dos carros de compras, en aquella época la compra era diaria.

-Nicole: Respecto al nivel cultural, cuando se produjo la Transición, ¿hubo cambios en España?
-Elías: Durante la Dictadura franquista, me llamaba la atención que en España sólo habían dos cadenas, en blanco y negro, con una programación muy corta, muy pobre, muy sesgada, muy dirigida a un grupo de personas, que sólo fuese fútbol, toros y telediarios hablando siempre de las inauguraciones de Franco y su pantano. Sí habían más canales pero estaban mediatizados por una cultura norteamericana. También me llamaba la atención que en el cine antes de cualquier película siempre se ponía el nodo, donde se veían las hazañas que hacía el Movimiento Nacional sobre los progresos que tenía España, aunque yo, la verdad, no veía esos progresos comparado con los países más avanzados. Fue después, en la época de la Transición, cuando empezaron a mejorar las cosas, los sistemas educativos empezaron a cambiar, habían libros de texto, material curricular, que ayudaban a que la educación fuese más rica, pues antes eran prácticamente dos o tres tomos generalistas y en esos tomos venía toda la materia.

-Nicole: Y en cuánto a la sociedad, ¿qué nos puede contar a partir de la muerte de Franco?
-Elías: Después de la muerte de Franco, entre los años 70 y 80, la Policía, llamados los grises, daban "mucha leña", eran muy reaccionarios, muy restrictivos. Yo viví una experiencia desagradable con la policía cuando tenía 17-18 años, yo podía optar por mantener todavía la nacionalidad venezolana, pero la policía, concretamente un señor peninsular bastante desagradable, estaba gritándome, y obligándome prácticamente a que me nacionalizase como español y a hacer el servicio militar español, como todos los españoles, dónde en aquella época, te podían destinar a cualquier ámbito del territorio nacional. Un canario podía estar destinado en Álava, y un gallego podía venir aquí, a las Canarias. Eso fue lo más desagradable que viví en cuanto al régimen que se iba arrastrando de la represión franquista. En definitiva me obligaron a tomar una decisión que en ese momento yo no tenía claro.

-Nicole: ¿El cambio de la Dictadura de Franco por la Transición fue brusco?
-Elías: A partir de la muerte de Franco se empezaron a legalizar partidos políticos. Empezaron a salir nuevos partidos que no eran el centro democrático social, la UCD con Adolfo Suárez... Ese fue el momento donde más lo noté, en el cambio entre la UCD, cuando apareció la fuerza del PSOE, cuando apareció la fuerza del partido comunista... La gente que estaba desterrada en Francia o en el resto de Europa, venía a España para hacer su afiliación, su identidad, su ideología, que ya eran permitidas. También a fundar sus partidos políticos, a dirigir sus discursos a las masas del pueblo para hacer captación. Entonces floreció los despertares, la gente que estaba oculta, que estaba reprimida, que no podía optar por un partido político o por su ideología, ya podían, era el momento de apertura, y para la gente, los primeros años de los 80, fueron esplendorosos porque había una alegría en la calle, la gente participaba aunque votarán cosas dispares. A partir de ese momento sí noté que la sociedad tenía un mayor interés por querer vivir muchas más cosas, mucha más libertad, hubieron cambios rápidos y fuertes. Fue una etapa alegre, la gente en la calle pegando carteles para las elecciones. Fueron unos años bonitos, veía a la gente contenta en la radio, en la prensa, todo el mundo podía permitirse esa libertad de expresión y no tenía ninguna consecuencia política, aunque todavía seguía habiendo situaciones de represión, como llegar a la imprenta y coger la edición de una revista de críticas como “El Papus” o “La Codorniz”, y encarcelarla porque eran críticos con el pasado.

-Nicole: ¿Sabe si sus padres eran de derecha o de izquierda?
-Elías: Mis padres yo creo que eran de izquierda, sobretodo mi abuelo, pero tenían miedo. Yo me acuerdo que mi abuelo en la época de la transición, me decía que estuviera calladito con lo que fuera a votar, que no estuviera diciendo por ahí mis ideales políticos, nos lo advirtió claramente, yo me sorprendí porque decía: «no quiero que estén diciendo por ahí que son de otro partido, que no los vea en la calle manifestándose, o pegando carteles de algún partido político, calladitos porque todos sabemos lo que hay, y después hay represiones». Mis abuelos eran de izquierda pero "acojonados" como muchos de los que estaban ahí.

-Nicole: ¿De qué manera influyó en usted la transición?
-Elías: Está claro que fue a mejor porque si los mayores estaban mejor, los menores íbamos a estar mejor, la juventud iba estar mejor. Esa apertura, porque fue una apertura, sitúa a España como si fuera un tirachinas y se disparó. España quería recuperar todos esos años perdidos en el desarrollo cultural, social, económico... Todos esos bienestares que tenía el resto de Europa, España los quería recuperar de repente, entonces fueron unos años de "BOOM". Llegaba la tecnología que estaba en Europa, llegaban importaciones de muchos productos nuevos, llegaban ordenadores, llegaba la telefonía móvil con aquellos aparatos tan grandes que parecían bloques, se empezaron a mejorar las comunicaciones, me acuerdo que llegaban a casa y telefónica cambiaba los aparatos por unos mejores, que tenían aplicaciones de memorizar, de voz... Llegaban aparatos de música, la discografía de la música que apenas se podía escuchar ya la podías comprar en una tienda. Empezaba una apertura comercial distinta, las tiendas empezaron a cambiar, aparecieron pequeños minimercados, después los mercados, luego los supermercados... Sabía que la vida iba para mejor. Una de las cosas a nivel laboral fueron los sindicatos, me acuerdo de mi madre hablando sobre los sindicatos. Se mejoraba la calidad del trabajador, los salarios del trabajador, los derechos del trabajador estaban protegidos, estaba la carrera de los abogados, donde empezaba a crearse un mercado debido a que la gente ya demandaba sus derechos, sus nuevos derechos, un nuevo cambio de legislación y de constitución, que permitía la integración de aquellos que habían sido durante el régimen olvidados. Incluso hasta las propias mujeres empezaron a cobrar un protagonismo tremendo, lo digo por el perfil de mi madre, que era trabajadora.

-Nicole: Aprovechando que nos está hablando sobre la mujer durante la Transición, ¿cómo vivían ellas en esa época?
-Elías: La mujer a nivel empresarial no podía tomar decisiones, la mujer no podía tener una cuenta bancaria, tenía que tener el permiso del marido para poder sacar dinero. Recuerdo, más que a mi madre, a mi suegra, que cualquier cosa que tenía que hacer a nivel bancario, tenía que estar la firma del marido detrás, cualquier cosa empresarial-económica, siempre tiene que responderse de un marido, y en caso de que no tuviera marido, de una persona mayor, de su padre, o quién sea. Y eso fue hace poco. Parece mentira que la mujer haya tenido que esperar a que se avanzará tanto democráticamente para que tuviera los mismos derechos que el hombre. Y hoy en día todavía en legislación siguen habiendo normas muy antiguas que todavía no se han avanzado, y ya estamos en 2017, pero seguimos arrastrando cosas que deberían haber sido ya desarrolladas.

-Nicole: ¿Cree que Franco dejó cosas buenas?
-Elías: Franco tuvo cosas buenas, como la Seguridad Social. La sanidad que tiene España es una herencia del sistema franquista y ha sido muy loable a nivel de toda Europa, a nivel mundial, hay que tener un reconocimiento en ese aspecto. Siempre se hablaba de la Paz, España siempre estuvo en paz, salvo en esa Guerra Civil que puso a Franco como Caudillo, como líder de España. El movimiento de Franco era la paz, España era pacífica, en España se vivía bien y todo el mundo comía, etcétera. Aunque tuvo que pasar por muchos trabajos para poder mantenerse latente y viva. Pero sí, dejó cosas buenas como la Seguridad Social, el apoyo a las familias numerosas, ayudó a que creciera la natalidad, pues era la natalidad la que iba a impulsar el país, los niños eran el futuro de España.

-Nicole: ¿Estaba de acuerdo con la forma en que gobernaba Franco?
-Elías: Como en todos lados, sin ir a los extremos, tenía cosas buenas y cosas malas. Así como dije que la Seguridad Social, la protección de las familias numerosas, y el no meternos en guerra, eran cosas buenas, a la hora de colocarte en una balanza te preguntas: ¿compensa esto con lo otro? Realmente, mientras Europa avanzaba, España se quedaba anclada en investigación, en progreso de todo tipo, en tecnología, en cultura, en libertad democrática, en libertad de prensa, en libertad de expresión, en libertad de la propia persona... No se permitía la reunión de grupo, no se permitía la libertad política, estaban prohibidos los ideales políticos que fueran distintos a lo que decía el régimen... Entonces por ese lado estaba muy mal. Toda dictadura, en principio, llevada tal y como fue llevada, no es buena, no me parecía correcta, es decir la parte buena no me compensa con la parte mala, debería ser todo bueno, no estaba de acuerdo con ciertas cosas, tenía cosas buenas, y cosas que eran muy pero que muy muy mejorables. Yo no entiendo hoy en día como un "Gobierno" basado en un "señor", decida ante millones de personas, que es lo que tienen que pensar, como tienen que pensar, que es lo que tienen que decir, cuando se tienen que reunir, porque se tienen que reunir así, porque no... No me cabe en la cabeza que una persona diga eso a todo un país. Eso no es lógico, tienen que haber leyes universales para todo el mundo en igualdad de condiciones.
Y luego, Franco no fue un ejemplo de modestia, ni mucho menos. Franco se enriqueció bastante, su mujer también se enriqueció bastante, se hicieron con bastante patrimonio cultural, con Palacios, con casas, con terrenos, con joyas, etcétera. Mientras habían pueblos muriéndose de hambre, zonas muy depauperadas, muy deprimidas... ellos vivían en la opulencia, y eso no es bienestar para todo el pueblo, no le compensa su régimen político.

-Nicole: ¿Cree que a día de hoy, le vendría bien una Dictadura a España?
-Elías: Nunca vendría bien una dictadura, ni de tipo militar, ni de cualquier tipo. Yo creo que el ser humano debe gobernarse por un grupo de personas con un gran sentido común, con un gran amor incondicional por la humanidad, independiente de los poderes económicos, por supuesto independiente del poder judicial, tiene que ser un poder independiente, pero eso no significa que no trabaje en conjunto con todos ellos. El ideal de mundo sería sin fronteras, todos con la misma bandera, cada uno con su lenguaje, con su dialecto, con su idiosincrasia típica que le da la geografía, y el folklore y la costumbre que haya tenido a lo largo de estos siglos, pero, como ya mencioné anteriormente, todos gobernados por un sólo partido o un grupo que dirige a todo el mundo, y donde aglutine todos los ideales de todas las personas, con un gran sentido común, con un gran respeto a la naturaleza, y libre de la banca, del comercio, del petróleo, etcétera. Eso sería lo ideal.

-Nicole: Centrándonos más en la Transición, ¿qué nos puede comentar acerca del Rey Juan Carlos I?
-Elías: A el Rey Juan Carlos no le quedaba de otra que hacer lo que hizo, cuando fue el golpe de estado de Tejero, Juan Carlos se tuvo que posicionar en esa noche mágica para él, e intensa para toda España. Juan Carlos jugó un papel fundamental, fue la bisagra, era el comandante Jefe de las Fuerzas Armadas, y salió esa madrugada en la televisión dejándolo claro con un mensaje. Hay que agradecerle a Juan Carlos ese papel que jugó muy bien. No sé si fue dictado por quién fue dictado, si fue consensuado con más gente, yo creo que lo consenso con mucha gente, y estaba claro que el camino que tomó fue el correcto y el ideal.

-Nicole: ¿Y qué nos puede decir sobre su llegada como rey de España? ¿Fue bien recibida?
-Elías: Sí, lo recibieron bien, porque Franco al principio depositó en la figura de Juan Carlos su posible herencia. Juan Carlos como rey quería instaurar una monarquía, tuvo la clarividencia de saber que el camino de España era imparable, que sólo era la democracia y nada más. En la transición se formó la monarquía parlamentaria, el rey es la figura más representativa del Estado español, firma los decretos, pero no tiene poder ejecutivo. A mi personalmente me parece ancestral, me parece antagónico, me parece totalmente opuesto a lo que sería mi ideal de mundo. No me entra en la cabeza que una persona, por el hecho de nacer donde nació sea rey, eso es algo muy medieval. Hoy en día no debe haber nadie de rey, ni de monarca, ni de duque, ni de conde, ni nada de eso. Todos somos iguales, desde el que tenga más pedigrí a el que tenga menos pedigrí, desde el que tenga más poder económico al que tenga menos, yo creo que cuanto más alto estés, más humilde tienes que ser. La figura del Rey estuvo muy bien durante la época de la Transición, pero yo no soy monárquico, no me debo a la figura de un rey, aunque en el momento en el que se vivió, me alegro de la decisión que tomó.

-Nicole: Bueno, hasta aquí hemos llegado. Muchas gracias por concederme esta entrevista Elías.
-Elías: El placer es mío Nicole.

Nicole Quiroz García.
2º Bachillerato B.

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